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Agosto 25 de 2000
Discurso de adhesión, leído en el acto celebrado en el Hotel Tequendama, durante la proclamación de los candidatos del movimiento Unámonos a las diversas corporaciones públicas, en la contienda electoral del año 2000.
Compañeros del Movimiento Unión Nacional por la Seguridad Social, Unámonos
Queridos compañeros:
Sea este acto de lanzamiento del programa y de los candidatos de Unámonos
el momento propicio para saludar a esta nueva fuerza política, congratularnos
con ustedes por el otorgamiento de la personería jurídica por
parte del Consejo Nacional Electoral y para pronunciarnos, así sea
muy someramente, sobre algunos de los temas que más nos afectan en
estas horas aciagas para nuestra patria.
Sobra repetir el diagnóstico que existe sobre el país. El caos,
la corrupción, la crisis, la miseria, el desempleo, la violencia y
cuantas calamidades puedan caer sobre un pueblo, hacen su agosto en Colombia.
Por ello, nos es sumamente grato ver en el programa de Unámonos la
férrea intención de buscar soluciones reales a todos estos males,
con total independencia de los partidos tradicionales, pues éstos han
sido los puntales de la dominación del capital monopolista extranjero
y por lo tanto responsables de la tragedia que padece el pueblo colombiano.
Máxime cuando el Partido Liberal ha tomado como propias las banderas
del régimen pastranista, el más lacayo que recuerde la historia.
Compartimos con ustedes la necesidad de construir una nueva sociedad sobre
la base de la soberanía y de la democracia; de defender la producción
nacional al mismo tiempo que las conquistas alcanzadas tras arduas luchas
por los trabajadores; de combatir las privatizaciones y propugnar que el Estado
recupere el control y la dirección de los sectores estratégicos
de la economía. Resaltamos el empeño de ese movimiento por comprometerse
en la lucha por mejorar las condiciones de vida de las masas populares, especialmente
en lo relativo a salud, vivienda, educación y servicios públicos.
De la misma manera coincidimos en el rechazo rotundo a los atentados contra
los bienes de producción y contra poblaciones indefensas, o la utilización
del asesinato, el secuestro y la extorsión para obtener ventajas económicas
o como instrumento para dirimir las controversias tanto sindicales como políticas
entre los colombianos. Asimismo llamamos a defender la unidad territorial,
especialmente en estos momentos en que intereses externos e internos maquinan
por despedazar a Colombia.
Por considerar que todos estos puntos corresponden a la lucha que adelantó
con gran acierto Francisco Mosquera y su partido contra la nefasta política
imperialista de la apertura, impuesta a nuestro país por el gobierno
de Gaviria y que obsecuentemente consolidaron los regímenes de Samper
y Pastrana, y convencidos que tanto Pedro Contreras Rivera desde el Congreso,
Herman Redondo Gómez desde el Concejo de la Capital, y los demás
candidatos del movimiento Unámonos, asumirán con valentía
y honestidad estas batallas a favor del pueblo colombiano, nos comprometemos
a acompañarlos con todas nuestras capacidades en la contienda electoral
que se aproxima.
De ustedes, fraternalmente
Comité por la Defensa del Pensamiento Francisco Mosquera
Bogotá, agosto 25 de 2000