El fogonero


 

FRANCISCO MOSQUERA

OTROS ESCRITOS I

(1971-1976)

 

9. DESPEJADO EL CAMINO DE LA UNIDAD

 

Tribuna Roja, No 10, octubre de 1973

 

La Tercera Convención de la Unión Nacional de Oposición, celebrada el 22 y 23 de septiembre, y el Encuentro Nacional de Unidad Sindical, realizado el 12, 13 y 14 de octubre, han sido dos acontecimientos de especial importancia, llamados a influir honda y positivamente en la vida política del país. La repercusión del primero radica en que la izquierda colombiana logró encontrar la forma de participar de manera unificada en la presente campaña electoral, alrededor de un programa nacional y democrático y de un candidato único, Hernando Echeverri Mejía. La trascendencia del segundo consiste en que el proletariado se ha propuesto sacar adelante un sindicalismo de clase que le permita inicialmente unir a sus sectores independientes y avanzados, mediante la creación de una Central Unitaria Independiente que desemboque a la postre en la central única de los trabajadores colombianos.

El Movimiento Obrero Independiente y Revolucionario ha venido propiciando desde finales del año pasado la política de "unidad y combate", cuyas tareas fundamentales son la constitución de un frente electoral de izquierda y la creación de la central unitaria. Se puede afirmar que con la Convención de la UNO y el Encuentro Sindical estas dos tareas han superado ya los primeros y más serios obstáculos y avanzan viento en popa.

TÁCTICA ELECTORAL REVOLUCIONARIA

Después de un análisis de la situación nacional en su conjunto y de las diversas partes que la configuran, el camarada Francisco Mosquera, en nombre del MOIR, expuso en la Convención de la UNO la táctica revolucionaria para la campaña electoral. Tres aspectos comprenden esta táctica: 1) concentrar los ataques en los enemigos principales, los partidos tradicionales y sus candidatos Alvaro Gómez y Alfonso López; 2) Criticar las vacilaciones y el manzanillismo de la ANAPO y de su candidata María Eugenia Rojas, procurando a la vez que los sectores de la izquierda anapista adopten una posición consecuentemente antiimperialista y antioligárquica, y 3) fortalecer la unidad alcanzada en la Unión Nacional de Oposición, respaldando a su candidato Hernando Echeverri Mejía y a su programa revolucionario, y facilitando sobre estas bases el crecimiento de la UNO con nuevas agrupaciones políticas y más amplios contingentes populares.

Las contradicciones con la Alianza Nacional Popular han quedado plenamente definidas. Mientras la ANAPO no adoptara una posición favorable para la soberanía del país y para los intereses y derechos del pueblo colombiano era imposible, como en realidad lo fue, llegar a un acuerdo con esta organización para luchar unificadamente en la campaña electoral. A tales divergencias no de matiz sino de fondo, se les agrega la tendencia anticomunista cada vez más marcada de la dirección anapista. Aunque en la actualidad nuestra revolución es nacional y democrática, y únicamente en una segunda etapa se podrá pasar al socialismo, la actitud que se tenga frente al movimiento comunista define el carácter progresista o regresivo de un partido o de una persona. No puede aspirar al título de revolucionario, ni siquiera al de avanzado o democrático, quien sea hostil al movimiento comunista, ya que éste, sin ser la fuerza principal de nuestra revolución actual, constituye, como expresión política de la clase obrera y de su ideología, el factor consciente y direccional del proceso revolucionario. Por otra parte el movimiento comunista internacional es el mejor aliado de nuestro país en la lucha por la liberación nacional y por la revolución. La persona que no acepte esto, o es un ignorante en política, en cuyo caso se le debe educar, o es un estúpido reaccionario al que debemos combatir y desenmascarar a los ojos del pueblo.

Con la Tercera Convención de la UNO se han completado los factores mínimos necesarios para que las fuerzas revolucionarias puedan ir a las próximas elecciones en condiciones ventajosas no para lograr la victoria, pero sí para librar una pelea exitosa contra el imperialismo y sus lacayos colombianos y a favor del pueblo y de su unidad.

HACIA UNA CENTRAL UNITARIA

El Encuentro Nacional de Unidad Sindical es otro triunfo de las fuerzas revolucionarias. El MOIR ha venido luchando desde su fundación por la unidad del movimiento sindical. El MOIR siempre creyó que esta unidad no se alcanzaría sino a condición de que los sectores independientes del sindicalismo colombiano partieran del criterio de que un paso primordial unitario es el de combatir y expulsar la clase obrera a los principales causantes de la división, las camarillas patronales y gobiernistas de la UTC Y CTC. En el transcurso de los diferentes encuentros regionales y con el gran Encuentro Nacional de Unidad Sindical ha quedado claramente establecido este criterio.

El MOIR se ha comprometido con el proyecto de la fundación de la nueva central unitaria, conjuntamente con el Partido Comunista, la Confederación Sindical de Trabajadores de Colombia (CSTC) y otras fuerzas independientes.

Lo que ahora corresponde hacer en este terreno es bregar porque una inmensa cantidad de sindicatos y federaciones sindicales que están identificados con la unidad, se afilien a la CSTC, realicen los congresos regionales y preparen el congreso nacional constitutivo de la central unitaria. Todo esto teniendo como guía tres principios orientadores: que la nueva agremiación nacional estará al servicio de los intereses de la clase obrera y del pueblo, que combatirá y aislará a las camarillas dirigentes de UTC y CTC y que se regirá por la democracia sindical. Una central unitaria de este tipo se convertirá en una de las mejores armas de lucha del proletariado y del pueblo contra los explotadores y vendepatrias.

La Convención de la UNO y el Encuentro Sindical son resultados concretos de la política impulsada por el MOIR en la hora actual, son dos eventos que despejan el camino unitario de la clase obrera y de la izquierda colombiana. Proseguiremos en esta lucha en procura de nuevas y más brillantes conquistas para las fuerzas revolucionarias.

 

 
 
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