El fogonero


 

FRANCISCO MOSQUERA

OTROS ESDRITOS I

(1971-1976)

 

 

11. A MANERA DE EXPLICACIÓN

 

Tribuna Roja, Nº 17, noviembre 22 de 1975

En esta edición de nuestro periódico hacemos una recopilación de documentos relacionados con los logros y problemas de la Unión Nacional de Oposición. En total son ocho los materiales escogidos y están publicados en las primeras cinco páginas. Irán distinguidos por su correspondiente número. Muchos de ellos tienen ya, por decirlo así, un carácter histórico, pero conservan su actualidad ante el desenvolvimiento posterior de las contradicciones de la UNO. Consideramos que serán de suma utilidad para los interesados en captar de qué lado se encuentra la razón en la punzante controversia ideológica y política que, alrededor de estos asuntos, se ha desencadenado entre el MOIR y el Partido Comunista.

En primer término encontraremos el comunicado de prensa emitido por el Comité Ejecutivo Central del MOIR en el que se descubre la maniobra del Partido Comunista, de lanzar listas propias bajo el paraguas del nombre de la UNO, sin presentar una efectiva solución de continuidad a la grave crisis por la que atraviesa este frente y tratando de demostrar en forma artificiosa que allí las cosas siguen avanzando viento en popa, como en la pasada campaña electoral.

Podremos igualmente analizar el discurso del Secretario General del MOIR, compañero Francisco Mosquera, pronunciado en la Convención de Julio de 1974, en el cual se llama la atención, desde antes de la posesión de López Michelsen, que el nuevo gobierno de esencia “frentenacionalista”, como fiel continuador de los regímenes pro-imperialistas liberal-conservadores, no sólo acogotaría aún más económicamente al pueblo colombiano, sino que lo reprimiría violentamente, recurriendo a todas las armas institucionales del Estado antipopular y antidemocrático. Hacemos hincapié en que en ese discurso a los convencionistas de la Unión Nacional de Oposición, el compañero Mosquera condena la táctica moldeada por el oportunismo de apoyar “lo bueno” y combatir “lo malo” del futuro gobierno de López y destaca que, no obstante los triunfos obtenidos, el porvenir de la revolución colombiana en general y de la UNO en particular depende de “persistir en una línea correcta”.

Hallaremos también los dos documentos más importantes aprobados por la Convención de la UNO de julio de 1974, la resolución política y las normas de funcionamiento interno, cuyos aspectos principales podemos resumir en: fijar una orientación clara de lucha revolucionaria contra el gobierno que se inauguraría el siguiente 7 de agosto, por una parte, y, por la otra, consignar el acuerdo de que la UNO se regiría por los principios organizativos de democracia, respeto recíproco y decisiones unánimes.

Tendremos oportunidad de repasar la proposición presentada por el MOIR a los comandos de la UNO a todo nivel, con ocasión de los primeros coqueteos con el nuevo gobierno por parte de algunos dirigentes de ésta, especialmente de miembros del Movimiento Amplio Colombiano, y por la cual se exige el cumplimiento de los compromisos contraídos y se defiende el criterio revolucionario de que los elegidos a las corporaciones públicas deben responder ante sus electores. Así mismo se reproduce la declaración del Comando Nacional de la Unión Nacional de Oposición, de diciembre de 1974, en donde se recuerda, frente a las graves violaciones y desviaciones antedichas, que “la vocería de la UNO reposa en su Comando Nacional” y no en un grupo de personas ni en ninguno de los partidos aliados por aparte.

Finalmente, en esta recopilación insertamos un artículo enviado por la dirección del MAC a diversos órganos de prensa hablada y escrita, a mediados del presente año, aclarando sus puntos de vista concernientes a dos cuestiones de vital trascendencia: el alcance de las contradicciones en el seno del ejército reaccionario y el contenido de la política lopista para la educación superior. Del MAC a su vez publicamos la notificación que le hiciera llegar a la dirección del MOIR, a principios de 1975, anunciando la determinación de expulsar de sus filas a Echeverri y compañía.

Algunos de los materiales descritos ya han sido publicados, otros han estado inéditos. Sin embargo, todos contribuirán a esclarecer la justeza de la línea del MOIR en torno a la Unión Nacional de Oposición y que se sintetiza en el cumplimiento y aplicación consecuente de los acuerdos adquiridos.

 

MANIOBRA DE CORTO VUELO

 

Circular de prensa emitida por el Comité Ejecutivo Central del MOIR, del 8 de noviembre de 1975.

Para el próximo martes, 11 de noviembre, el Partido Comunista viene preparando un acto político en la Ciudad de Bogotá que tiene por objeto, según la propaganda desplegada, el lanzamiento de candidatos de dicha agrupación para los comicios del año entrante. El hecho no tiene nada de particular. Lo que nos mueve a comentarlo y aclararlo es que el Partido Comunista en forma habilidosa pero sin mayores consecuencias, le ha dado una presentación tal a su acto electoral como para dejar la confusa impresión de que éste fue convocado por la Unión Nacional de Oposición. El MOIR se ve obligado a desenredar el truco publicitario y a explicar brevemente, una vez más, la situación en que se halla la UNO como frente de organizaciones partidistas.

Unión Nacional de Oposición fue la denominación dada a la alianza constituida por el Movimiento Amplio Colombiano (MAC), el Movimiento Obrero Independiente y Revolucionario (MOIR) y el Partido Comunista, y bajo la cual estas fuerzas coaligadas participaron en la lucha electoral de 1974 con la candidatura del senador Hernando Echeverri Mejía. Las normas orgánicas de democracia interna y los nueve puntos de la Plataforma Programática, aprobados y ratificados en sus dos últimas convenciones nacionales, acondicionaban a la UNO como un frente de combate de amplias perspectivas para la revolución colombiana. Sin embargo, luego del descollante éxito relativo alcanzado en las pasadas elecciones, cuando alrededor de 150.000 colombianos respaldaron con el voto sus postulados y tesis revolucionarios, y después de las primeras batallas conjuntas en las corporaciones públicas, la UNO encaró una serie de dificultades, debido al surgimiento en su seno de tendencias conciliacionistas con el nuevo gobierno del llamado “mandato claro”. La contradicción originada en estas desviaciones terminó por sumergir a la UNO en una gran crisis que empantanó su marcha y que tuvo como remate la triste adhesión al llerismo de tres de los cuatro parlamentarios del MAC, incluyendo al candidato presidencial, como lo difundió en su ocasión la prensa tradicional con destacados caracteres.

Ante esta circunstancia, el MOIR propuso un replanteamiento a fondo de la Unión Nacional de Oposición, orientado a resolver sus problemas de línea y de funcionamiento y que parta de la base fundamental de la aplicación a las condiciones políticas actuales del programa mínimo de nueve puntos refrendado en la Convención Nacional de septiembre de 1973, y del riguroso acatamiento de los principios organizativos acogidos en la Convención de julio de 1974. La proposición la hemos sustentado en reuniones varias con los antiguos aliados y últimamente en carta crítica abierta al Comité Ejecutivo del Partido Comunista. Hasta la presente no se conoce una respuesta al respecto por parte de la dirección de ese partido. Se ha limitado únicamente a condicionar cualquier entendimiento en la UNO a una salida favorable para sus intereses en la Confederación Sindical de Trabajadores de Colombia (CSTC), que a su turno viene afrontando la desafiliación de federaciones y sindicatos de innegable peso y significación, a causa precisamente del desconocimiento de los acuerdos de la política de unidad sindical y de la violación de los procedimientos democráticos.

Ahora el Partido Comunista, queriendo ignorar la grave crisis de la UNO y sin importarle la responsabilidad política que lo obliga a dar una respuesta clara y positiva a las contradicciones planteadas, monta la maniobra de corto vuelo de lanzar sus propios candidatos en nombre de la Unión Nacional de Oposición. El MOIR reafirma diáfanamente su posición de que la UNO sólo será útil para la revolución colombiana y podría ampliarse con nuevos contingentes de combate, en la medida en que mantenga su estructura de frente y no se convierta en apéndice de ninguno de sus integrantes. Y para ello es indispensable que la UNO aplique una línea unitaria, que no puede ser otra que la lucha consecuente a favor de los intereses de las masas populares y en contra de la minoría oligárquica liberal-conservadora gobernante vendida al imperialismo norteamericano. El respeto a la democracia interna dentro del frente unido permitirá que esta línea política culmine imponiéndose, ganando cada día más y más defensores.

Los candidatos del Partido Comunista, lanzados en las condiciones descritas, por lo tanto, representan exclusivamente a ese partido y en ninguna manera a cualquier frente en el cual haya tenido históricamente arte y parte el MOIR.

 

Movimiento Obrero Independiente y Revolucionario (MOIR)

Comité Ejecutivo Central

Bogotá, noviembre 8 de 1975.

 

 
 
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